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El curso pasado quedó, como todo, interrumpido por la pandemia.  A las profesoras de plástica nos faltaban debates con el alumnado, tú a tú, diálogos, conversaciones sobre sus ideas.  La salud y la lectura...¿qué tendrá que ver?  Los bocetos de nuestros alumnos quedaron colgados en la nube, en la Classroom, en las carpetas de dibujo o en las cabezas de nuestros chicos y chicas...con un montón de cosas que no acertábamos a  sacar adelante. ¡De aquellas maneras!

Este curso lo hemos retomado.  El mismo tema INSTITUTO SALUDABLE Y SALUD (que no nos iba mal).  Eso sí, ¡con mucha más fuerza,  más ganas, y veinte veces más ideas!.  Porque esto de la salud...  Tiene miga.   

Qué casualidad que nuestro tema (elegido mucho antes de la pandemia) fuera precisamente la salud.  Qué casualidad que llegara esta situación extraña para todos.  Qué casualidad que tuvieramos que pensar sobre prácticas tan sencillas como la higiene, la ventilación, el lavado de manos, la limpieza de la mesa de trabajo... Y qué cosa que eso nos llevara a  reflexionar sobre la mismísima naturaleza, que vamos apartando de nuestra forma de vida;  el ocio y los amigos, que tanto necesitamos como fuente de alegría y bienestar;  la soledad, como pandemia, si nos descuidamos….Y tantas otras cosas, y gentes, y trabajos y mayores y jóvenes, y niños…. Nos obligó a pensar ...y no a pasar.

La  salud .  Qué casualidad que nuestro tema, seleccionado de entre otros, no menos interesantes pero sí quizá más pasajeros,  esté moviendo gobiernos enteros, levante y tumbe hospitales, reinvente la economía, pretenda una solidaridad global, inalcanzable quizá,  pero muy esperanzadora y retome la vacunación (¡dónde va a parar!) como progreso indudable, solidario y para todos.  Qué casualidad, decíamos.

Pero no nos vayamos por las ramas.  En plástica… a lo nuestro.

En plástica nos da por pensar soluciones raras.   La lectura es fuente de salud. ¿no lo sabían?  Así lo han pensado nuestros alumnos, y así lo estamos impulsando con sus trabajos.  La lectura cura las heridas.   La lectura, han dicho, proporciona  fuerza, energía, bienestar, compañía, es indispensable en nuestra pirámide alimenticia, buena para el corazón, para la imaginación y para la ignorancia.  Es como una vacuna, como un gotero, como un lavado de manos, como una beneficiosa adicción.  Es sana como una manzana, como una col. Se puede practicar en cualquier sitio, en cualquier rato, en cualquier lugar, en cualquier posición, sólo o en compañía.  

La lectura es saludable.  Practiquémosla.  Nos beneficia a tod@s.

Isabel de Miguel Cabeza

Profesora de Plástica