Nacho Tajahuerce,  zaragozano, profesor de Lengua y Literatura en nuestro instituto y poeta. Estas son las credenciales de uno de los autores con mayor proyección dentro del panorama poético aragonés con varios libros publicados y un par más aguardando momento oportuno a ver la luz.

Nos hizo el honor de aceptar la invitación a nuestro club de lectura donde pudimos entender su forma de componer, sus influencias y su mundo poético a través de la lectura de El rostro del mundo.

De su libro de poemas y de su obra poética se ha dicho que nace de la pasión de estar vivo. Se expresa con la euforia de mirar las cosas cara a cara, y de ahí que su poesía realista sea representante del realismo crítico del S. XXI. Esa visión del mundo que le rodea nos la ofrece matizada por un sentido del humor característico, made in Tajahuerce, pero dentro de una larguísima tradición poética en la que se insertan Cervantes, Kafka o Nicanor Parra.

Nacho Tajahuerce es un poeta que está encontrando su sitio alejado de la poesía inexpresiva que busca la comunicación con el lector. Es un poeta que busca en la poesía expresar este mundo e intentar aprehenderlo como antes lo hicieron Manrique, Machado, Cernuda o Gil de Biedma.

Los poemas que leímos con él están cargados de crítica y autocrítica en el sentido de valoración, pero también están cargados de ternura y sinceridad. A través del plano de lo externo, de lo social, de lo político y de la cultura, enfrentado al mundo interno, el personal, Nacho nos ofrece a los lectores no impasibles, su poesía.

Dice en el prólogo de El rostro del mundo el galardonado Manuel Vilas todo lo anterior y que Tajahuerce se enfrenta cara a cara a su mundo siendo un hombre libre y un poeta libre que habla sin miedo.

Muestra de todo esto nos dio ampliamente en una  tarde memorable donde, generoso, nos mostró el camino a su poesía como instrumento de reflexión, de búsqueda de lo esencial, no dejándose nada en el tintero en esa mirada aguda y ese camino hacia su interior con una sencillez solo aparente y unas imágenes inteligentes que nos hicieron ver a este joven poeta como un escritor maduro al que le auguramos un amplio y exitoso recorrido al que le queda mucho por decir porque con sus poemas, sus palabras no pueden estar heridas de muerte  y porque le queda mucho que amar.

Desde aquí mostramos a nuestro compañero, y sin embargo amigo, nuestro agradecimiento y nuestra admiración y nos quedamos esperando la próxima visita a esta su casa.